Para 6 personas. Increíbles cheesecakes individuales cocinados al vapor ideales para hacer una raciones controladas, aún así os aseguro que hace falta mucha fuerza de voluntad para comerse solo uno! Los podéis preparar con antelación para celebraciones, se pueden congelar y adaptar de manera muy sencilla a vuestros gustos personales. La cocción al vapor nos proporciona una alimentación de lo más saludable,
no precisa adición de elementos grasos y mantiene mucho más que otras técnicas culinarias las vitaminas y minerales de los alimentos, también conserva su aroma, su sabor y su textura, es un método de cocción en auge dado el creciente cuidado de la salud a través de la alimentación. Os lo recomiendo!
¿Qué historia hay detrás de este famoso postre internacional?
.El cheesecake es un postre de milenaria tradición. Estos famosos pasteles de queso que son tan populares hoy en día, fueron creados en la antigua Grecia; con el tiempo la receta cayó en manos del Imperio Romano tras la conquista del país helénico. Este manjar se utilizaba como una ofrenda para los dioses en los templos romanos. Los italianos le aplicaron el queso ricota, los griegos aplicaron diversas variedades como los quesos de granja, el queso feta, mizithra, suizo, inclusive combinaciones de éstos. Por su parte los alemanes siempre optaron por los clásicos quark y requesón. Los franceses con su típica tradición de grandes culinarios prefirieron el queso Neufchatel y le han incorporado para lograr una torta de consistencia ligera y aireada.
Cuando el cheesecake se encontraba instalado en la gastronomía europea cruzó el océano Atlántico. Ya en Estados Unidos un productor de quesos intentó elaborar la receta de cheesecake que incorpora el queso francés Neufchatel y por error dio origen al reconocido queso Philadelphia. Este error haría surgir el famoso cheesecake americano.
Ingredientes
Base de galleta
- 40 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 40 g de galletas digestive
- 20 g de frutos secos (por ejemplo, avellanas, nueces, pistachos o almendras)
- 20 g de azúcar moreno
Relleno
- 300 g de queso cremoso (por ejemplo Philadelphia)
- 50 g de nata (mínimo 30% de grasa)
- 60 g de azúcar glass
- 1 y 1/2 cucharaditas de azúcar de vainilla o 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 pellizco de sal
- 2 huevos L
- 400 ml de agua
Cobertura
- Mermelada de melocotón casera
Utensilios
- tarros resistentes al calo ( 6 cm diámetro, alto 8 cm)
- film transparente resistente al calor
Pasos
- Ponemos en el vaso las galletas, la mantequilla, los frutos secos y el azúcar moreno. Trituramos 10 seg/vel 7.
- Dividimos la mezcla entre 6 tarros de vidrio resistentes al calor. Usamos una cuchara para presionar la base de las galletas o con la ayuda del palo de un mortero.
- Ponemos en el vaso el queso cremoso, la nata, el azúcar, la vanilla, la sal y los huevos. Mezclamos 1 min/vel 4. Vertemos el relleno sobre la base de galletas. Cubrimos los tarros con film transparente resistente al calor y ponemos en el recipiente Varoma. A continuación lavamos el vaso.
- Añadimos 400 ml de agua en el vaso, situamos el Varoma en su posición y programamos 22 min/Varoma/vel 1.Retiramos y reservamos el Varoma destapado para que el contenido se enfríe. Desechamos el agua del vaso.
Puedes consultar en qué consiste la técnica en el post COCCIÓN AL VAPOR
Consejos
- Cuando estén completamente fríos los cheesecakes se pueden congelar. En lugar de tarros, se pueden utilizar vasos o tazas pequeños que resistan al calor.
- Podemos añadir otros sabores al relleno de nuestros cheescakes: 1/2 cucharadita de canela molida, piel de limón o lima.
- Para alérgicos a los frutos secos, se pueden omitir y sustituir con 60 g de galletas.
- Versión más ligera: omitimos la base de galletas.
- Cobertura: se puede sustituir la mermelada por coulis de frutos rojos, fruta fresca de temporada, salsa de caramelo o ganache de chocolate.
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